La histórica rivalidad de los clásicos Madrid-Barça

La histórica rivalidad de los clásicos Madrid-Barça
Los partidos entre Barcelona y Real Madrid tienen mucha historia. FOTO: As

Los clásicos Madrid-Barça son de los partidos que más expectación levantan en el mundo. Nada más tradicional que un duelo entre los colosos, entre los reyes históricos de la Liga: Fútbol Club Barcelona y Real Madrid. Un choque histórico que ha dejado multitud de anécdotas, triunfos y llantos, hasta convertirse en todo un clásico. 

La longeva rivalidad en los clásicos Madrid-Barça 

Los inicios de una rivalidad histórica

El primer clásico encuentro entre Real Madrid y Barcelona se disputó el 13 de mayo de 1902 por primera vez. Lo hacía en las semifinales de la Copa de la Coronación. Por aquel entonces, los merengues iniciaban su andadura, acababan de nacer y estos eran sus primeros pasos. Por el contrario, el Barça ya contaba con tres años de historia, y fue quizá esa experiencia la que les hizo imponerse 3-1. 

Debido a que La Liga aún no existía, se disputaban campeonatos territoriales. Sin embargo, en Copa jugaban los equipos campeones regionales, los cuales se iban enfrentando entre sí en partidos de ida y vuelta. En esos encuentros Madrid y Barcelona se veían las caras por primera vez en 1916 Madrid y Barcelona, cuando se enfrentaron en semifinales. Aquel partido sería el punto de inicio de todo, una eliminatoria que iniciaría una rivalidad centenaria.

En el partido de ida, el campo del Espanyol se convirtió en el escenario perfecto para que aquel 26 de abril el Barcelona ganase por 2-1. La vuelta se resolvería el 2 de mayo, en un partido en el que el Madrid respondería con 4-1. Un empate que revivía el clásico en el inicio.

El partido de desempate se celebraría días después en la capital. En él, los 90 minutos decretaron un 4-4 que les llevaría a la prórroga. Pero el añadido no sirvió para mucho y en se marcan 4 goles más, 2 por bando. Un 6-6 final enfada al Barça y prende la llama entre ambos tras haber señalado 3 penaltis en contra de los culés aquella tarde (de los cuales los blancos solo marcaron uno).

Hubo que volver a jugar dos días después y en las cosas estaban tan calientes que el partido nunca terminó. El Madrid ganaba 4-2 más allá de los 90 minutos, pero el Barça estaba indignado ante otro penalti en contra y un gol fuera de juego de Aranguren. Los azulgranas estaban muy enfadados y terminan retirándose del campo sin finalizar el partido, provocando un gran escándalo.

Tras la intervención de la federación, el partido definitivo de desempate se disputa el 7 de mayo en Cataluña con un ambiente más que caldeado. Un partido que termina con la victoria del Athletic 4-0 ante un Madrid que tuvo que salir protegido por la guardia civil a la salida. 

En Liga el primer partido se disputó en la temporada 1928/1929. Los de la capital ganaron 1-2 en Barcelona, pero en la vuelta los azulgranas tomaron la revancha a domicilio con un 1-0. 

La primera final de Copa entre Real Madrid y Barcelona se da el 21 de junio de 1936. Final que por aquel entonces era de la República, en Valencia. Los merengues ganaron por 2-1 y conquistaron la primera final entre los reyes del fútbol español a un mes del estallido de la Guerra Civil. 

Las goleadas en los clásicos Madrid-Barça 

Ambos equipos han intercambiado partidos históricos pero también resultados de leyenda. El Barça le endosó a domicilio  a los blancos, un 2-6 en 2009, un 0-5 en 1974 y tres veces 0-4 en 2015, 2022 y en 1986 en la desaparecida Copa de la Liga. En el Camp Nou los culés le marcaron 5 a los madridistas en 1935, 1945, 1954, 1994, 2010 y 2018. También un 7-2 en 1950.

Por su parte, el Real Madrid goleó al Barça por 11-1 en 1943 en la que es la mayor goleada de los clásicos Madrid-Barça. También en casa, los madridistas habían ganado por 8-2 en 1935,  6-1 en 1949 y 2 veces 5 a 0 en 1935 y 1995.  A domicilio los madridistas ganaron por 1-4 en 1930 y 1-5 en 1963.

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Romario destrozó a Alkorta en aquel 5 A 0 en el Madrid-Barça de enero de 1994. FOTO: Sport

Guardiola y Mourinho para avivar la llama

La dinastía culé se multiplicó con la llegada de Pep Guardiola al banquillo. Messi, Xavi, Iniesta y Puyol fueron los cabecillas de un sextete histórico en 2009. Época en la que quedará para el recuerdo la goleada 2-6 en el Bernabéu.

El Real Madrid se lo llevó a lo personal y tenía que contraatacar. Florentino vuelve a tomar las riendas de los blancos para paliar los éxitos azulgranas. Lo hizo con la incorporación al equipo de José Mourinho en 2010. Desde su aterrizaje en el banquillo merengue, la competitividad, el juego y el espíritu del equipo se renovaron, haciendo que cada vez los clásicos se convirtieran en una verdadera guerra.

En el primer duelo liguero entre ambos líderes al mando, Pep consigue realizar una manita (5-0) y el calendario se vuelve loco al deparar la vuelta, la final de Copa y semifinales de Champions en el mes de abril, dando lugar a cuatro clásicos en apenas dos semanas.  Una Copa que se tiñó de blanco gracias a un gol de Cristiano Ronaldo en el descuento. 

Tras este palo, Guardiola se ceba con el arbitraje e incendia la previa del partido de Champions. Un encuentro que terminó ganando el Barça 0-2, pero no exento de polémica ya que ambos técnicos fueron expulsados y Mourinho dice en rueda de prensa el famoso: “¿por qué?”.

Pasaron los meses y la temporada de 2011-2012 comienza grandiosa con la Supercopa de España, un encuentro lleno de tensión. En la ida el marcador termina con un 2-2 en el Bernabéu, mientras que en la vuelta el Barcelona sentencia un 3-2  que desata la pelea en los banquillos. Todos terminan a empujones y Mourinho vuelve adueñarse de los titulares al  meterle el dedo en el ojo a Tito Vilanova (QEPD). Un acto que le llevó a ser sancionado con dos partidos, pero que no impidió al Real Madrid hacerse ese año con la liga de los récords, ganando prácticamente el título en el Camp Nou con un resultado de 1-2.

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A Mourinho se le fue la olla y le metió un dedo en el ojo a Tito Vilanova (QEPD). FOTO: Marca

Los chaqueteros: del Madrid al Barça i viceversa

Es común ver en cada temporada algún fichaje nuevo, alguna incorporación en la plantilla. Pero que este jugador provenga del bando enemigo no puede levantar más polémica. El primer acuerdo entre Barcelona y Real Madrid se da en 1993, cuando ocurre la primera gran huida de uno a otro equipo. El susodicho sería José Samitier, que abandona al equipo culé para comenzar a defender la camiseta merengue.

Algo que ya había realizado anteriormente el portero Ricardo Zamora, pero con la diferencia del paso previo por el Espanyol. Un movimiento del cual los azulgranas terminaron vengándose en la temporada 34/35 con una goleada de 5-0 al Real Madrid. Pero, en la vuelta los de la capital tomaron la sartén por el mango y ofrecieron una revancha espectacular, a día de hoy considerada la mayor goleada entre ambos en Liga: 8-2.

Bernd Schuster también fue otro de los nombres más sonados. El alemán cambió el Barcelona por el Madrid en el verano de 1988 y en su debut ya tuvo polémica. Una controversia desatada por el famoso pisotón a Urizar Azpitarte, que le costaría la expulsión de ese partido y dos meses de sanción. Como él, también causó revuelo el cambio de camiseta de Luis Enrique en el verano de 1996. El de Gijón firmó por el Barça y nada más llegar a la ciudad catalana pareció renegar de su pasado madridista y como con resentimiento se hinchó a marcar goles contra los merengues.

Pero sin duda, si hay algún fichaje  que marque los clásicos Madrid- Barça y que se recuerde, ese fue el de Luis Figo, que al contrario que Luis Enrique, tomó el camino puesto en el 2000. En aquellos inicios de milenio, el Real Madrid pagó la cláusula por aquel entonces de 10.000 millones de las viejas pesetas que liberaba al jugador estrella de su máximo rival. Un movimiento que no sentó nada bien a la afición culé y en la primera visita de Figo a Barcelona con la camiseta blanca, en octubre de ese mismo año, el jugador recibe el abucheo del siglo y le tiraron desde móviles y botellas hasta una cabeza de cerdo. Y es que a nadie le sienta bien el reemplazo, y menos si es por el enemigo. 

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A Figo le tiraron una cabeza de cerdo en el primer clásico que volvió al Camp Nou. FOTO: FCBarcelona noticias

 

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