Iniesta habla abiertamente de su depresión
Última modificación octubre 26, 2022 por Redacción Fesp
Andrés Iniesta es uno de los mejores futbolistas que ha dado ya no solo el fútbol español, sino también el mundial. El actual centrocampista del Vissel Kobe japonés ha ganado todo a lo largo de su carrera y ahora se encuentra en una amable recta final de su trayectoria deportiva en un nuevo país, disfrutando de otra cultura junto a su familia.
Sin embargo, no todo ha sido idílico en la vida de Iniesta. Al contrario de lo que pueda parecer, dado que es una persona afamada y con una vida resuelta en lo económico, también ha pasado por momentos francamente duros. En el pasado conocimos casos de otros futbolistas como el de Iván Campo entre muchos otros.
La depresión marcó un antes y un después en la vida de Andrés Iniesta
Recientemente, y como ya ha hecho en otra ocasión, el jugador manchego ha pasado por el podcast de ‘The Wild Project’, donde volvió a sincerarse y a hablar de una enfermedad que afecta a muchas personas y que raramente se trata con la importancia que se debe. Nos referimos a la depresión, la cual Andrés Iniesta padeció y que le marcó mucho.
“Si viene de alguien famoso, que en teoría tiene todo el dinero del mundo, las mejores casas, los mejores coches… Dices: ‘Hostia, que esto le puede suceder a cualquiera’. No se trata de las cosas materiales. La única intención fue esa, explicarlo, transmitir… con mucha naturalidad, porque creo que todo el mundo pasamos por todas esas fases y nunca nos recuperamos”, señala.
“No tenía esa alegría o energía que tiene que ser la vida. Te empiezas a encontrar mal, te hacen pruebas y estás bien, pero tú dices que algo no funciona. Te vas metiendo en tu cuerpo y en tu mente y todo lo ves negro. Yo deseaba que llegase la noche para tomarme mi pastilla y descansar. Ese era el momento de más placer”. Sin duda, este testimonio, especialmente la última frase, pone de manifiesto lo duro que puede llegar a ser.
“Estaba en mi casa, con mi novia, que ahora es mi mujer, y estábamos en el sofá, pero era como si estuviese el cojín. O estaba con mis padres y era igual. No era estar triste por haber pedido un partido o porque te ha dejado la novia o porque has discutido con un amigo, es otra cosa. Hasta que no lo vives y lo sientes no puedes comprender”.
Admite que sigue cuidándose: “Continúo yendo a terapia porque necesito arreglarme conmigo mismo. Me gusta escuchar a los profesionales hablar sobre enfermedades mentales y depresión. Con el tiempo, la vida te enseña que la depresión y las enfermedades mentales pueden afectar a cualquiera”, concluye.