El Mundial de Italia 1990 dejó una marca indeleble en la historia futbolística, y la Selección Alemana tuvo un papel protagónico que culminó en un final inolvidable. Bajo la dirección de Franz Beckenbauer campeón como jugador y uno de los mejores futbolistas alemanes de la historia, ya convertido en entrenador, este equipo mostró determinación y garra desde el inicio del torneo hasta el último minuto de la final.
La Selección Alemana de Italia 90: Un equipo firme y persistente
Este equipo liderado por jugadores como Lothar Matthäus, Jürgen Klinsmann y Andreas Brehme, entre otros, demostró una actuación sólida en cada encuentro. Su camino hacia la final no fue fácil, enfrentaron obstáculos y desafíos significativos, pero siempre mantuvieron una mentalidad competitiva y unidos en la búsqueda del título.
Fase de Grupos: Superando Obstáculos
En la fase de grupos, Alemania se enfrentó a un camino arduo. A pesar de un inicio desafiante con un empate frente a la extinta Yugoslavia que apenas un año después entraría en el terrible conflicto de la Guerra de los Balcanes. El equipo se reafirmó con una sólida victoria ante los Emiratos Árabes Unidos. El enfrentamiento final con Colombia se convirtió en un duelo decisivo que culminó con la clasificación alemana a la siguiente fase.
Octavos y Cuartos de Final: Rendimiento Sólido
En los octavos de final, Alemania se enfrentó a Países Bajos en un partido electrizante. A pesar de la presión, el equipo mostró su temple y avanzó a cuartos de final, donde se enfrentó a Checoslovaquia. El partido fue intenso, y Alemania logró clasificar a las semifinales con un rendimiento sólido y determinación.
Semifinal: El Paso Hacia la Gran Final
El enfrentamiento contra Inglaterra en las semifinales fue un desafío formidable. El partido fue reñido y emocionante hasta el último minuto. Alemania mostró su experiencia y garra, logrando su pase a la final tras una tensa tanda de penales que dejó al equipo ya los aficionados al borde de sus asientos.
La final ante Argentina
El duelo final contra Argentina fue un enfrentamiento reñido. El estadio estaba lleno de expectativas y tensiones palpables. Fue un partido ajustado donde cada minuto era crucial. El único gol del encuentro llegó desde el punto de penalti, convertido por Andreas Brehme en la segunda mitad.
La defensa liderada por Matthäus, respaldada por la sólida actuación del portero Bodo Illgner, fue clave para mantener la ventaja. La victoria final por 1-0 consolidó el tercer título mundial para Alemania. Lothar Matthäus fue el faro del equipo y su actuación lo hizo merecedor del reconocimiento como el Jugador Más Valioso (Balón de Oro) del torneo. La selección alemana tras el Mundial de 1990, no volvió a coronarse como campeona del mundo hasta 24 años después, en Brasil 2014.