El día que Luis Enrique sentenció a Alejandro Grimaldo
Última modificación abril 29, 2024 por Redacción Fesp
El Bayern Leverkusen de Xabi Alonso ha hecho historia al ganar la Bundesliga con unos números espectaculares y encumbrando a jugadores como Alejandro Grimaldo.
El lateral izquierdo español ha sabido encajar a la perfección en los planes del técnico vasco, convirtiéndose en una de las grandes revelaciones de la Bundesliga. Además, ha logrado la llamada de Luis de la Fuente para vestir la camiseta de la selección española absoluta y también ha confirmado que, actualmente, es uno de los mejores carrileros de todo el fútbol europeo.
Seguramente, muchos en el FC Barcelona estén tirándose de los pelos por no contar en su plantilla con un Grimaldo que tiempo atrás fue una de las mayores promesas de su plantilla, pero que tuvo que salir por la puerta de atrás.
Los motivos por los que Luis Enrique mandó a Grimaldo lejos del Camp Nou
La historia del futbolista valenciano en Can Barça tuvo momentos de todo tipo. Llegó a La Masía con solo 12 años, debutó en Segunda División con 15 y superó una grave lesión de rodilla para convertirse en el gran capitán del filial.
Sin embargo, el tiempo pasaba y Grimaldo no conseguía romper definitivamente la barrera del primer equipo. Esta situación era realmente extraña, sobre todo en un FC Barcelona que si por algo se caracteriza es por dar oportunidades a sus canteranos. Pero en el caso del lateral había algo más.
Nos remontamos a finales del año 2015. Por aquel entonces, Luis Enrique estaba al mando de la primera plantilla y, al parecer, tenía informaciones sobre ciertos compartimientos y actitudes de Grimaldo que no le convencían mucho, por lo que apenas le daba esperanzas con la posibilidad de llegar a ser futbolista de todo un FC Barcelona.
Esta situación mosqueó mucho al jugador, quien después de un partido frente al Alcoyano dijo lo siguiente frente a los medios cuando fue preguntado por el propio Luis Enrique:
“Nunca me ha dicho nada, no he tenido ningún contacto con él. Tampoco tengo nada que hablar con él. Yo trabajo con mi míster. Me llevo muy bien con él, me ayuda en todo y me ayuda a ser mejor. Que el de arriba esté con sus jugadores y yo estaré con mi equipo”.
Estas palabras sentaron muy mal al entrenador asturiano, pese a que días después Grimaldo salió de nuevo públicamente a pedir perdón por lo dicho, excusándose en que sus declaraciones se habían malinterpretado.
Todo este jaleo, sumado a la negativa del futbolista a renovar, provocó que el Barça le vendiese al Benfica por un precio cercano a los 2 millones de euros.